Este artículo fue publicado en el Informador.com.mx, el 29 de junio de 2011.
Un traje difícil de llevar
Luego de terminar las grabaciones de la popular serie Smallville, el actor enfrenta un futuro incierto.
GUADALAJARA, JALISCO (29/JUN/2011).- Tom Welling escuchó la palabra “corte y queda” miles de veces en los 10 años que estuvo trabajando en la serie de Smallville, pero sólo una vez tuvo un verdadero significado de peso: la última.
Y es que hace menos de un mes, se emitió en televisión de paga el episodio final de la emisión, misma que comenzó como las aventuras de un juvenil Clark Kent en escenarios campiranos y terminó con un protagonista maduro viviendo en una ciudad que le es ajena y cuyos problemas son mucho más complejos de lo que había pensado.
A pesar de que la premisa del programa es que con el tiempo el protagonista adquiriría las experiencias necesarias para convertirse en Superman, Welling y los productores alargaron mucho más allá de lo imaginable esta transición, para desesperación de los fanáticos del personaje. “Sabemos que hemos hecho algunas cosas buenas y otras no tanto en el programa –declaró recientemente el histrión para el diario Los Angeles Times- sin embargo todo el camino ha sido construido con cuidado para llevar al personaje a donde se supone debe de ir, que es convertirse en Superman”.
Pero el éxito de Smallville resultó ser un dulce amargo para Welling, que se vio atado a un programa que parecía no tener fin, lo que limitó sus posibilidades de buscar nuevos horizontes. Es por eso que escuchar por última vez la palabra “corte y queda” en el estudio de grabación significó que la cadena que lo unía al personaje se había roto, y con ello quedó libre, pero, ¿libre para hacer qué?
Héroe y tragedia
El aspecto juvenil le ayuda, pero Tom Welling ya tiene 34 años, por lo que su tiempo para ganar notoriedad con un papel que no sea el de Clark Kent se ve acortado.
Modelo de profesión y actor por accidente, Welling ganó hace 10 años un casting masivo en Estados Unidos para convertirse en el protagonista de Smallville, serie a la que aceptó entrar con una condición (o leyenda urbana que jamás fue confirmada, pero que en los hechos ocurrió): No ponerse jamás el traje de Superman.
El actor afirma que “ponerme el traje de Superman en cualquier punto de la serie habría acabado con la serie. Smallville contó la transición de un hombre que va descubriendo su destino, que es ser un héroe. Por eso el proceso fue un poco largo, pero creemos que correcto”.
Aunque el tiempo le dio la razón al histrión, otro elemento con tintes casi paranormales es la carga que tiene el traje sobre sus usuarios. Y es que la mayor parte de los actores que han usado el entallado traje azul de capa roja y “S” en el pecho han terminado en el olvido en el mejor de los casos, o en una tragedia en el peor.
Quizá los más celebres son los de Christopher Reeve, cuya imagen unida a la de Superman en el cine no le permitió una variedad de ámbitos para desarrollarse, y posteriormente sufrió un grave accidente que le dejó paralizado el cuerpo casi en su totalidad, y George Reeves, quien encarnó al “Hombre de Acero” en la pantalla chica durante la década de los años cincuenta, se quitó la vida en un hecho que cimbró a Hollywood.
Christopher Reeve incluso participó en la serie de Smallville (a pesar de su parálisis, no dejó de actuar), algo que marcó a Welling, quien piensa que “muy pocas personas podrían entender lo importante que fue para mí tener a un actor como él en el set de grabación. Era un hombre con un corazón asombroso. Les voy a poner un ejemplo de qué tipo de persona era: Sus doctores sólo le permitían trabajar no más de seis horas al día, pero él se quedaba hasta diez. Jamás dejó que su dolor o condición lo apartara de hacer lo que amaba”.
Con ese ejemplo en mente pero sin proyectos en puerta, Tom Welling baraja las opciones que tiene de cara al futuro. Sueña con llegar lejos, aunque eso dependerá de que la sombra (o maldición) de Superman le permita llegar a nuevas alturas.
Los otros “Hombres de Acero”
Christopher Reeve
Protagonista de cuatro películas de Superman, su rostro terminó convirtiéndose en el referente perfecto (incluso en cómics) del aspecto que debería tener el héroe.
En 1995 sufrió un accidente en una competencia ecuestre que fracturó las dos primeras vértebras cervicales. Aunque se podía comunicar, sólo recuperó parcialmente el movimiento de la mano izquierda, quedando inmóvil del resto de su cuerpo. Falleció en 2004, a la edad de 52 años.
George Reeves
Aunque tuvo cierta popularidad en cine, su verdadera fama se la debe a la serie Las aventuras de Superman, que protagonizó en la pantalla chica de 1951 a 1958, con más de 100 episodios de la serie como legado.
El paso de los años, la falta de oportunidades y una depresión al no obtener otro trabajo que no fuera el de personaje de cómics orillaron presuntamente a Reeves a quitarse la vida en su casa en 1959, en un caso lleno de misterio, pues el arma de fuego que supuestamente utilizó no tenía huellas digitales.
Entre dos mundos
Thomas Patrick Welling nació en Nueva York en 1977. Aunque desde joven tuvo una gran proyección, no fue hasta que un buscador de talentos de una agencia de modelos lo descubrió a los 22 años y lo convenció para trabajar en el mundo de las pasarelas.
En 2001 le llegó la oportunidad de su vida al protagonizar la serie Smallville, misma que encabezó durante una década, compaginándola con otros trabajos menores y que han despertado dudas sobre si podrá crear una carrera sólida al margen de la televisión. Protagonizó las cinta Más barato por docena en 2003 y su secuela en 2005.
Fuentes:
http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2011/303208/6/tom-welling-combate-la-maldicion-de-superman.htm
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